Hoy caen lágrimas de calor y sudor
por la tierra, suenan las campanas
al llegar al clima de su existencia,
se paraliza el viento al tocar tu cuerpo,
el sol ya no calienta más en este día.
Hoy quisiera tener más
cerca que nunca tu cuerpo,
lo más cerca posible del calor de Diciembre,
así poder contar una historia sin fin,
en la que nunca mas fuéramos
a despertar, y que fueses como
aquel ángel que cruza entre
mis sueños y se ve tan libre,
como el humo que levita
en el cielo, y por el cual
me dejo guiar en aquellas
noches de diciembre.
Noches, aquellas noches recuerdas;
cuando bajaba por tu cabellera,
disolviendo el humo de la felicidad
en tu cuerpo,
y roseando gotas de
cristal en tus pechos,
aquellos pechos,
como dos centellas fugases
delineaban tus caderas
y así nos olvidábamos de todo,
y nos consumían esas madrugadas,
y el amanecer nos penetraba
en el cuerpo, y nos enfriaba con dolor,
aquel viento de Mayo
ya nunca nos tocara,
porque seremos hoy historia de diciembre,
una historia sin fin
en el caminar del viento.
Marco (19/12/2004)
No hay comentarios:
Publicar un comentario