La contaminación me aflige,
la atmosfera me contrae,
el sudor de la gente,
me empapa de suciedad,
su aire opaca mi existencia,
las ciudades prisión
de mi libertad;
ahí estoy junto a ella,
absorbiendo el humo de
la tristeza.
Los ojos de la gente tienen
la luz de un cometa,
sus palabras abruman mis sentidos,
sus miradas penetran mi cuerpo,
su andar aplasta mis fantasías,
su pensamiento,
la destrucción de mis sueños,
sus leyes interpelan mi libertad.
Todo es tan distinto desde que
perdí la ilusión de mis sueños,
la fantasía de soñar
mi razón de libertad,
desde que la perdí a ella sabes,
El menester que siento
cada día es mas grande,
y a la vez tan pobre,
porque mi tiempo se acaba
y la soledad me traga.
marco (17/10/2004)
No hay comentarios:
Publicar un comentario