Lindo ceñir que engalas con tus glorias,
fuerte ardid que penetran fortalezas,
lujuria suelta que abotaga sentimientos,
Pandora, dulce y tierna mentira.
Perfecta escultura atractiva de pasiones,
sentimientos de culpa que vacías con besos,
ingrávida verdad que oscurecen sueños,
con collares y formas embelleces tu vida,
y con tristezas y llantos va quedando la mía.
Pandora, seducción fortitua,
traición visible
ocultando al corazón lo esencial,
que siempre será ante tus ojos,
lo invisible e irreal.
Pandora, mujer de los Dioses,
perdición de los hombres,
generaciones truncas
que volando en el viento,
van quebrando caminos,
volubles a tus pies;
pasando y quedando en la
inflacidez de tu amor.
Pandora cuando ya no puedas cantar,
y sientas tu cuerpo flotar,
recuerda que podrás voltear,
aquel camino en el que el padre
te hubiera querido encontrar.
Pandora, recuerda al soñar,
que tu corazón es mágico
y podrás con el caminar,
hacia un mundo distinto
con el que con Ángeles,
puedas volar y encantar.
Marco (17/04/2010)